La teoría de los temperamentos describe el modo en que los seres humanos actúan y reaccionan.
El carácter está profundamente arraigado y se compone de reacciones emocionales, motoras, relacionados con la atención y la autorregulación. El término circunscribe características relativamente constantes de comportamiento tales como el estado de ánimo, la persistencia, el umbral de estímulo y el ritmo.
El psicoterapeuta suizo Max Lüscher es conocido por la invención del test de color, una herramienta para medir el estado psicofísico de la persona en base de sus preferencias de color.
Colérico
Inestable y extrovertida, amarillo, colérico, irritable e agitable
Optimista
Estable y extrovertida, rojo, derivado de «sangre» («sanguis»), alegre, activa
Flemático
Estable e introvertido, de color azul; tradicionalmente blanco, derivado de «moco» («flema»), flemático, pasivo, agotado
Melancólico
Inestable e introvertido, de color verde; Tradicionalmente negro / azul, derivado de «bilis negra», melancólica, triste, pensativa
Equivalencias en el diseño de color:
Las estancias amarillas atienden a personas optimistas proporcionándole un ambiente cálido y intelectuamente estimulante. El color amarillo tiene un efecto alegre y soleado.
El color azul tiene un efecto calmante, apaciguador y relajado, p.ej: efecto flemático.
Las estancias en tonos verdes aportan un efecto calmante pero también fomentan la atención y el pensamiento. Tal vez es por esta razón por la que podemos pensar tranquilamente cuando paseamos por un bosque.
No se recomiendan las estancias en tonos rojos. Sin embargo, el rojo debería predominar si queremos aumentar la energía, la fuerza y la asertividad.